Hidroterapia: cómo realizar el tratamiento adecuadamente

Es importante que la aplicación de este tratamiento sea de una manera adecuada, no solo para  obtener buenos resultados sino también porque puede ser perjudicial para nosotros.
Se aprovecha la presión y temperatura, la forma y la duración de la aplicación hídrica para estimular el organismo enfermo, cuando éste está en condiciones de reaccionar favorablemente. Es decir, el tratamiento aumenta la fuerza, lo que hace que se prodezcan reacciones, que pueden manifestarse mediante ruborización y calor de la piel, inmediatamente después de la aplicación hídrica. Es fundamental que esta reacción pueda ser evidenciada, ya que nos da la seguridad de que el organismo reaccionó bien.
A fin de lograr resultados satisfactorios, deben ser observados los siguientes requisitos:

1. Al proceder con aplicaciones frías, el cuerpo del enfermo debe estar caliente. Si esta frío se debe aplicar calor a través de frotaciones, baño caliente o de vapor, entre otros.
2. Las aplicaciones frías deben ser hechas de una manera rápida y precisa, con excepción de los baños derivativos.
3. Cuanto más fría es el agua, más rápida e intensa es la reacción.
4. Las enfermedades agudas requieren una atención mucho más cuidadosa que las enfermedades crónicas.
5. A cualquier aplicación caliente, debe seguir inmediatamente una fría, a fin de que los vasos sanguíneos se contraigan y no sobrevengan resfríos.
6. Después de las aplicaciones, el enfermo deberá calentarse.
7. Las aplicaciones de agua, sea cual sea la forma, nunca deben ser practicadas con el estomago lleno. Lo mejor es realizarlo en ayunas o por lo menos 3 horas despues de cada comida.